El juego, la mejor herramienta para fijar pautas de seguridad

2020-11-08

Por medio del juego, los niños empiezan a comprender còmo funcionan las cosas, lo que pueden o no hacer; descubren que existen reglas de causalidad, probabilidad y conducta que deben aceptarse si quieren que los demás jueguen con ellos.


                                         Manuel, 4 años - Juego espontáneo

 Como sabemos, es muy importante utilizar el juego como metodología de aprendizaje, ya que es una manera de conseguir y mantener la atención de l@s ñin@ por un tiempo prolongado. 

 De esta manera, logramos que aprendan mientras se divierten, pero además, el juego permite: 

-Aceptar y aprender de nuestros errores

-Asimilar los conceptos de lo vivido y conversado

-Favorecer el desarrollo cognitivo y afectivo

-Proporciona placer y felicidad 

 En una sociedad urbanizada y con un tránsito vehicular cada vez más creciente y complejo, se hace necesaria la EDUCACIÓN VIAL desde niños. No solo para que sean conductores responsables y prudentes en el futuro; sino también para que sean peatones seguros y conozcan las herramientas para cuidarse y cuidar al otro.

-Conocer las reglas de tránsito, saber interpretar las señales de comunicación vial y adoptar las medidas de seguridad necesarias son reglas básicas para una MOVILIDAD SEGURA.

-La EDUCACIÓN VIAL es un medio eficaz para evitar accidentes y no lamentar más víctimas. 

Como familia, no debemos delegar todo en la escuela o el Estado, más allá de que sabemos lo poderosas que son estas instituciones y que deben cumplir acciones indelegables. Pero cada día y en acciones mínimas y cotidianas podemos comenzar a generar buenos hábitos y fomentar una nueva cultura vial. 

Desde la pedagogía indican que recién entre los 7 y 10 años (incorporación de lecto-escritura / esquemas / normas), los niños y niñas están en condiciones de recibir educación vial de manera formal, pero aseguran que todo lo que se incorpora en la “etapa previa” puede marcar la diferencia respecto al modo en que asocian y asimilan la información y los conceptos relacionados a la seguridad vial, y -por ende- su propia percepción sobre las experiencias vividas o comentadas.

Entonces, aprender los colores del semáforo, a cruzar por la senda peatonal o utilizar elementos de seguridad vial pasiva como el Sistema de Retención Infantil o cinturón de seguridad, es mucho más que aprender a cuidarse y autoprotegerse, es también una forma de marcarles lo que está bien.

Es la herramienta para que ellos mismos, al momento de elegir, tengan incorporado la diferencia entre prohibido/permitido; comprendan que sus acciones pueden protegerlos y al mismo tiempo ser responsables en la convivencia con los demás. Y eso, estamos seguras, nos evitará muchas preocupaciones cuando tengamos que abrir la puerta y ya no podamos darles la mano para cruzar. 

Por eso, queremos aprovechar  para recomendarte que uses este momento  de juego para llegar a tu hijo con conceptos de seguridad. Podes usar lo que tenes en casa, recrear situaciones cotidianas .... juegos de mesa, lonas didácticas o distintos materiales referidos a la Seguridad Vial; así, aprenden jugando. 

Mucho más que aprender colores

Desde el campo de la pedagogía se explica que las estructuras normativas se organizan de manera semejante a las estructuras lógicas en el niño; eso explica que las nociones sobre lo “permitido”, “prohibido”, “obligatorio”, comienzan en su etapa de sociabilización.

Pensando en cuándo podrán incorporar conceptos de seguridad vial los niós y niñas en “El niño y el semáforo” (Battro y da Cruz Fagundes, 1981) apuntan que entre los 7 y los 10 años, pero no desestiman los efectos del trabajo previo a esa edad. Si bien los autores señalan que la educación vial debe ser enseñada en la escuela, advierten que no será efectiva si se desconoce la serie de estadios por los que pasa el niño antes de organizar el sistema semiótico y deóntico del lenguaje-semáforo.

Esa “etapa previa” puede marcar la diferencia respecto al modo en que asocian y asimilan la información y los conceptos relacionados a la seguridad vial, y -por ende- su propia percepción sobre las experiencias vividas o comentadas.

Los autores, al estudian la incorporación de las reglas del semáforo encuentran una forma para abordar cómo se van incorporando las normas en general y describen que “del buen uso y de la toma de conciencia de las normas depende nada menos que el futuro del mundo civilizado”.

Entonces, aprender los colores del semáforo, a cruzar por la senda peatonal o utilizar elementos de seguridad vial pasiva como el Sistema de Retención Infantil o cinturón de seguridad, es mucho más que aprender a cuidarse y autoprotegerse, es también una forma de marcarles lo que está bien.

Por Ana Belén Ehuletche y Magalí Laboret, comunicadoras del equipo de Mamás y Niños Seguros